Este mes es pródigo en comidas/cenas de empresa, con los amigos, con la familia, con la asociación de padres, con ex alumnos del parvulario. Vamos, que este mes lo mejor es dar descanso a la báscula hasta dentro de un par de meses que hayamos quemado toda la grasaza (o no) y volvamos a ser personas normales.
Pero recuerda que, el día 7 de enero (no el día 2, no, el 7 que en España los Reyes Magos no se perdonan) hay que ir a apuntarse al gimnasio, tirar la cajetilla de tabaco e ir a la academia para aprender inglés.
Iluso/a, deja de engañarte con buenos propósitos de año nuevo que tú y yo sabemos que no sirven de nada y solo nos engañamos a nosotros mismos. Malgastamos un montón de euros que, con la crisis, más nos valdría mantener.
El pasado fin de semana comí con mis compañeros en el asador Aranduero, sitio de rancio abolengo, en el que acceder a el te transporta a otra época. ¡Para que luego digan que las máquinas del tiempo no existen!
Pero ojo, esto no es una mala crítica a su decoración. Estos sitios tienen su público.
El local al que asistí está justo al lado de la Puerta de Alcalá de Madrid, enfrente de la embajada francesa.
Al entrar, encuentras una barra de madera con sus butacas, también de madera y sus estanterías de madera y su camarero… de carne y hueso.
Al fondo está el comedor, no demasiado grande, en el que podemos ver sin lugar a dudas el horno que preside el lugar. Un horno de esos de barro y forma esférica, de grandes dimensiones.
De entrantes pedimos una ración de morcilla y otra de chorizo y picadillo, luego como plato principal tienes cordero o cochinillo que te sirven con una ensalada para “desengrasar”.
Los productos burgaleses suelen tener la calidad asegurada. Los entrantes estaban muy buenos y el trocito de cochinillo que comí, también, jugoso y con su piel tostadita.
No probé postres, pero tenían lo típico castellano; arroz con leche, natillas, flan y tarta de queso (esto no estoy seguro de que sea típico). Todo casero, nos dijeron.
Mi conclusión es que, si te gusta el cordero o cochinillo, eres de buen comer y quieres estar en un sitio agradable visites el restaurante Aranduero. Aquí sabes que lo que te ponen en el plato no necesita explicaciones ni interpretaciones raras 🙂
Precio aproximado 35-45€ por persona.