En cuestiones tan personales como la comida, hay siempre división de opiniones o de gustos. Te puede gustar más o menos un plato, una decoración, un estilo de cocinar. El restaurante Griego Kritikos es un buen ejemplo.
Lo mismo se podría decir del ambiente de un restaurante; la propia decoración del local, e incluso del servicio, cada comensal puede tener su propia opinión.
Es bueno que todos tengamos nuestras propias opiniones. Objetivas o subjetivas esto ya depende de muchos factores y sobre todo de la predisposición que podamos tener.
Personalmente me gusta la comida griega. Vaya eso por delante.
El pasado domingo decidimos pasar la mañana por el barrio madrileño de Chueca. La razón principal es que es un barrio dogfriendly, por lo que en muchos locales puedes acceder con tu perro sin problemas.
De todas formas, y a no ser que el local lo indique claramente (una pista suele ser un bebedero con agua en la entrada), conviene siempre preguntar antes.
Un griego en Chueca
En Kritikos fueron muy amables y nos reservaron una mesa al fondo del local para estar nosotros y el resto de comensales más cómodos. La decoración del local es bastante limpia, destacando los blancos en paredes y mobiliario. Con una gran estantería en el salón principal. Personalmente mejoraría el hilo musical; un poco alto para mi gusto y el de mis acompañantes.
Nos entregaron la carta y una tapita de humus para ir abriendo boca.
Pedimos: Rape estilo griego, Exohikó de pollo, Mousaka, Pastichio y Pollo a la griega. De postres: Karidopita y Yogur griego con nueces.
Personalmente comí el Exohikó de pollo, una pasta filo rellena de pollo, verduras y queso, que venía decorada con puerro salteado, verduras y una salsa de mostaza muy rica.
No puedo decir nada malo de mi plato, estaba sabroso. La pasta filo crujiente y a una buena temperatura.
La pena fue el pescado. Si era rape, sería por el nombre. El arroz que lo acompañaba estaba muy pasado y los mejillones parecían congelados. El conjunto no estaba cocinado con demasiado cariño y se notaba.
Del resto de platos no puedo opinar, pero el aspecto era apetecible y los comentarios de los comensales hace indicar que les gustó en conjunto. Me hizo gracia la queja de que el Pastichio tenía demasiada carne y poca pasta.
En conjunto yo diría que necesitan mejorar en cocina. Algo más de cariño en cada plato mejoraría mucho la experiencia culinaria.
En cuanto al servicio; tardaron algo más de lo deseable en servir y al camarero le costó salir con una sonrisa.
Todos son aspectos mejorables en un restaurante y yo personalmente recomiendo el lugar, tienen un menú del día por 11€ bastante abundante y variado.
[box type=”info” ]Kritikos está en la calle San Gregorio 11 de Madrid.
Precio entre 20 y 25€ por persona.[/box]