Muchas veces uno descubre sitios por pura casualidad. Normalmente soy de mirar en la web 11870.com a la hora de informarme de restaurantes, pero también es agradable descubrir nuevos sitios por uno mismo.
Hace poco, haciendo recados por el barrio, vimos la sidrería El Llagar y como siento añoranza de cuando viví en Asturias decidimos entrar a ver que tal estaba el sitio.
Tomamos un aperitivo, echamos un vistazo a la carta y decidimos volver un día tranquilamente a comer.
Un asturiano de verdad
El local está situado en una plaza, lo cual hace que tenga una gran terraza cubierta y más mesas en el exterior para la época estival.
En el interior, hay más mesas e intuyo que un comedor en la parte superior. Nosotros pedimos mesa en el interior ya que el día no vaticinaba nada bueno como así fue.
Fuimos a lo tradicional, Fabada de primero y cachopo de segundo.
Como me conozco bien el percal a pesar que de íbamos tres personas, decidimos pedir dos raciones de fabada y un solo cachopo para los 3.
De aperitivo nos pusieron un paté de cabrales (no podía ser de otro modo) con confitura de tomate.
De bebida, por supuesto una botella de sidra; al no estar en Asturias, se pierde mucho el encanto de escanciar la sidra y te ponen un sistema a modo de bomba que apoyando el vaso en un botón sale esta a presión. Curioso pero sin encanto.
Llegó el pote con la fabada que tenía una pinta muy buena y estaba deliciosa. Como sabía, los asturianos son de buen comer y sus raciones son generosas por lo que llegó bien para nosotros 3.
El cachopo vino encima de unos pimientos del piquillo y patatas fritas. Este estaba bastante bien hecho, tierno y jugoso. Incluidos unos pimientos rojos asados en el relleno.
Es tan grande que por fuerza tiene que sobrar, así que lo puedes pedir para llevar a casa.
De postre, nunca he probado mejor arroz con leche que el que hacen en Asturias, pero también me encantan los frisuelos; ¡Menudo dilema! Fácil de resolver, ya que hay un frisuelo relleno de arroz con leche y manzana asada. Se me acaban los calificativos.
El otro frisuelo era de chocolate con cerezas, más normalito.
En cuanto al personal, salvo una confusión con la reserva, todo fue bastante correcto y a pesar de la gente que había, la comanda no se hace esperar más de lo necesario.
Para repetir.
[box type=”info” ]La sidrería El Llagar está en la Plaza de la Villa de Canillejas 6, Madrid. Precio aproximado 25-30€ por persona.[/box]