Hace tiempo que Robert De Niro nos sorprendió haciendo una comedia, era la olvidada La chica del gángster, donde actuaba con Bill Murray y Uma Thurman. Pero donde todos lo recordamos, fue sin duda, en Una terapia peligrosa, dirigida por el desaparecido Harold Ramis, donde hacía una parodia de sus personajes de mafioso que tantos éxitos le han dado.

En el becario, De Niro interpreta a un jubilado, viudo de 70 años que no sabe que hacer con todo el tiempo libre que tiene y decide apuntarse a un programa de becarios senior que una exitosa startup ha puesto en marcha.
Las actuaciones más que correctas, De Niro está magnífico, sin estridencias ni exageraciones. Hathaway perfecta como la CEO de la empresa, madre trabajadora que lo intenta abarcar todo pero no llega a tiempo y no le dan las horas al cabo del día. El elenco de secundarios refuerzan la historia y crean momentos divertidos.
Te ríes unas cuantas veces, que eso ya, en los tiempos que corren es de agradecer, pero me chirría un poco el intento de profundidad de su argumento pero sin llegar a profundizar en nada, como no queriendo molestar a nadie. ¡Eh, esto es una comedia, no un drama!
Temas como en cambio de roles en la pareja, la infidelidad, los hijos y la conciliación, el amor, etcétera. Y aunque pasa por todos ellos casi de puntillas, se agradece ya que uno no quiere ir al cine a sufrir.
Esta es de esas películas que ves casi por casualidad, sin apenas publicidad pero que te deja un buen sabor de boca.