Como ya te conté aquí el otro día, Lisice y yo no nos podíamos perder la I jornada gastronómica de la tortilla de patata que se celebró los días 11,12 y 13 de febrero en el barrio de Malasaña de Madrid. A pesar de que la experta en tortilla es Lisice, yo he querido aportar mi punto de vista a este evento. Te animo a que sigas leyendo porque no tiene desperdicio.
[tabs type=”horizontal”][tabs_head][tab_title]La crónica de Araque[/tab_title][tab_title]La crónica de Lisice[/tab_title][/tabs_head][tab]Para empezar debo decir que me parece una buena idea este tipo de iniciativas por el centro de Madrid. He vivido unos cuantos años en Pamplona y allí cada poco tiempo suelen hacer jornadas parecidas, como puede ser la semana del pintxo, o el de la cazuelita. Verdaderas competiciones donde los restauradores se esmeran en dar un producto de primera calidad y sobre todo un trato agradable con el cliente y no como nos ha ocurrido aquí.
El primer local en visitar fue La cervecería Valverde, situada en el nº 4 de la calle Valverde, paralela a Fuencarral. Fuimos con nuestra familia perruna que fueron bienvenidos a pasar con nosotros al local. Nos pusimos en una mesa alta y pedí el correspondiente pincho. En el folleto ponía que era un Tortilla caramelizadamás caña o copa de vino.
La tortilla estaba bastante rica, sabrosa al gusto, con cebolla pero sin caramelizar como rezaba el folleto. Es una tortilla de patata tradicional. La patata bien frita y jugosa. Del 1 al 10 yo le doy un 6,5.
Cervecería Valverde
El sábado volvimos con unos amigos y comenzamos la ruta de la tortilla. El segundo local fue el restaurante Cutxi, en la misma calle Valverde, nº 9.
Tortilla de patatas con espinacas y salsa alioli más caña o copa de vino. La mejor de todas sin duda y nuestra favorita para ganar el primer premio, tanto por el producto como por el trato agradable y dispuesto de sus camareros.
Tortilla de ración individual, con su poquito de salsa alioli a un lado. Jugosa, con una textura melosa y agradable. Quizá un poco sosa por poner algún defecto. Todo un acierto y bien cocinada. Del 1 al 10 yo le doy un 8.
Restaurante Cutxi. Esta vez con vermú de grifo
Para el tercero, elegimos el cercano Hotel 7 islas, Calle valverde 14. Que ofrecía una Tortilla de patata especial “7 islas” más caña o copa de vino. Aquí quiero hacer un inciso; el mismo día que fuimos con nuestras mascotas a la cervecería Valverde, Lisice entró en la cafetería del hotel, que estaba totalmente vacía, a preguntar si podíamos pasar con los perros y al camarero le debió parecer una pregunta graciosa porque se echó a reír. Habría que enseñar a más de uno lo que es el trato con el cliente y el saber decir las cosas con educación. Si en la puerta no hay un cartel que indique lo contrario y nosotros, por educación, siempre preguntamos antes de entrar con los perros, no te puede extrañar tanto la pregunta y más cuando locales de tu alrededor si admiten canes.
Al lío: Por mucho nombre rimbombante que le pongas a tu producto este no lo va a hacer más apetitoso. La tortilla estaba grasienta (opinión en la que todos coincidimos, no solo yo) y no era nada “especial”, más bien normal tirando a pobre. Al menos habían tenido la decencia de freír las patatas, ¡Cómo no! Pero no las habían dejado escurrir lo suficiente para luego componer el plato. Llevaba cebolla. Del 1 al 10 yo le doy un 4.
su tortilla no tan especial
Eso sí, la recepción y el hall del hotel era muy chulo.
Para la siguiente tortilla elegimos una con un nombre en principio apetitoso; Pincho de tortilla de boletus y foie más caña o copa de vino. En el restaurante La jauría, en la calle Colón 10. Otros a los que habría que dar un cursillo de cómo se debe tratar al cliente. Si te apuntas a una jornada de este tipo y prevees que un sábado al mediodía entre una gran cantidad de gente, lo que no puedes es quedarte sin tortillas. Pero imagina que es algo que te ha pillado de sorpresa, pues lo que tampoco puedes hacer es no ver que se te están acabando y no mandar que te preparen más. Pero lo que sí me parece algo intolerable es que, pidas 4 pinchos de tortilla, los pongas todos en el mismo plato y cuando te piden platos para cada uno de nosotros pongas caras de mala hostia como si te hubiesen pedido el santo grial. Un local así no merece la pena repetir por muy temprano que se levanten. Son pequeños detalles que se deberían cuidar más.
Sobre el producto. Decepción es la palabra más adecuada para este pincho de tortilla, dónde el foie brillaba por su asusencia y la tortilla demasiado caliente. Para mi un 2 siendo generoso.
cinco pinchos en un mismo plato y en barra. Así no.
Por último, yo elegí la Taberna Agrado, situada en la calle de la Ballesta nº1, por dos razones; había leído muy buenas críticas del local y el nombre de la tortilla parecía apetecible: Mini tortilla de patata y trufa más caña o copa de vino.
La tortilla era un pincho y el olor a trufa hacía presagiar que esta vez había acertado en la elección, pero no, nada de eso. La trufa se quedó en el aroma, porque de gusto no se notaba casi nada. La patata, cocida ¡Imperdonable! y el conjunto en sí un querer y no poder. Le doy un 3 siendo generoso. Eso sí, el trato correcto y profesional en todo momento a pesar del agobio, ya que el local estaba lleno.
pincho de tortilla con trufa. Se ve la trufa, se huele la trufa, pero no se siente la trufa.
Y esta es mi crónica. Tienen que mejorar mucho los locales, sobre todo en el trato al cliente y también en el producto para que el próximo evento nos animemos a ir.
[/tab][tab]¡De vuelta al mundo de la crítica tortillera!
Primera jornada gastronómica de la tortilla de patata. Este evento lleva nuestra búsqueda a lugares insospechados. ¡Esta pensado para nosotros!
El primero al que fuimos, el jueves, fue el Valverde. Tortilla con cebolla caramelizada rezaba en el cartel. Y por mucho que recé a la caramelizada no encontré.
La tortilla estaba rica, jugosa, con cebolla. Fueron muy amables. Pero caramelizada no-no. Les doy un 5.
Cervecería Valverde
El sábado empezamos a rondar por el Cutxi.
Tortilla de espinacas con alioli. Muy bien presentada. En un plato rectangular, bonito una tortillita individual, con su ración de Ali oli para mojar y dos trozos de pan. Bien escurrida la espinaca (A veces “agua” la fiesta) las patatas pequeñitas bien cocinaditas, jugosa, sabrosa. Encantadores. El bar “de toda la vida” con buen gusto y lo digo como un adjetivo calificativo de lo más positivo. Un 7.
Restaurante Cutxi. Esta vez con vermú de grifo
Ya que estábamos impregnados del aroma de la tortilleria, encendidos por la chispa de los fogones , o de las cervezas y los vermuts, seguimos luchando en la cruzada de acera y acabamos en un restaurante de un hotel “7 Islas”. Allí entre clientes alojados, modernos y tortilleros aterrizamos mi tropa y yo. Se nota que el que cocinaba es un “chef” cortadas las patatas en láminas finas, alineadas a escuadra, entre medias la cebolla caramelizada.
Y hasta aquí la escuela la cebolla caramelizada era oscura, mi hermana dijo arrebatada yo pensé “pobre murió quemada” y sin escurrir lo suficiente. ¡Demasiado aceitosa chef, vaya “chafco”! Un 3 y me deben un Almax.
su tortilla no tan especial
Oye con la edad que delicada me he vuelto. Me molesta la comida fría, aceitosa, me horrorizan las requete-tascas (esas en las que encuentras a los habituales maltrechos, te pegas a las paredes, mesas, banquetas y rezas para no tener que ir al baño) y me dan yuyu los sitios hipster donde se te cruge el culo en la silla de hierro de la nana o se te incrusta entre la paja de la silla de la tata o no te caben el croisant y el café en la mesa redonda pequeña de la bisabuela. La decoración de este hotel solo diré que me dio un escalofrío (tal vez fuera el inicio del catarrón que tengo, solo te digo que indiferente no te deja).
Seguimos en La Jauría.
Soy de perros. Lo sabes. Pero me pregunto si el nombre es porque te tratan como una jauría de perros. De verdad si te inscribes a unas jornadas debes ser responsable y dar un servicio adecuado con el buen ambiente de gente, competición y disfrute. El sitio era alargado y pequeño. Íbamos 5, se complica. Pero nos colocamos. Vemos la tortilla. Onomatopeya y exclamación al unísono “¡ohhhhh, qué pintaza!” “¡Qué trozados!”
Pedimos 5 raciones. Se le tuerce la cara, no hay. Nos dicen que hay que esperar 20 minutos. Sonreímos y decimos que no pasa nada, que esperamos. Más gesto torcido. Se les va a cortar la mayonesa con tanta mala… Follá
Esperamos y en unos escasos 10 minutos aparece la tortilla, los trozos la mitad de tamaño de los primeros servidos, no importa porque vamos a ir al máximo de sitios que nos dé cabida la panza, pero es un desacierto. Nos ponen en un único plato alargado los 5 trozos. Estamos en fila, imposible poder comer los 5. Pedimos un “único” plato extra. Mala cara, gesto torcido. No hay, se dicen entre ellos. Nosotros somos transparentes. Más malas caras. Nos tiran a un lado 5 mini platos. Pero qué es esto.
La tortilla me sabe a hiel, cicuta, mala sangre. Además está insulsa, mal cocinada la patata. Los “boletus” en “cachos” cortados. Digo cachos porque es como se describen aquellos trozos de hongos. El foie… Que foie. Sino sabe, no se encuentra y no se ve es que ¡No se echó!
En fin no paga para que me traten como un perro. No pienso volver en mi “vía” a semejante lugar que te tratan tan mal. Un 0 grande y redondo.
cinco pinchos en un mismo plato y en barra. Así no.
Y para terminar el atracón de tortilla terminamos en Agrado. Nos agradó el personal. ¡La Jauría no terminó con nuestro espíritu buscador! No fue de mucho agrado la tortilla con trufa negra. Estaba sosa, la trufa no se notaba en el paladar. Sí, se veía. La patata algo cocida, poca gracia. No estuvo a la altura de la expectativa ofertada. En fin un 3.
pincho de tortilla con trufa. Se ve la trufa, se huele la trufa, pero no se siente la trufa.
De estas Jornadas de tortilla “decir quiero” que falta más espíritu. Por favor si se participa en esta clase de eventos es principalmente por dos razones. Porque estás orgulloso de la tortilla de patatas que haces o/y porque quieres atraer público. Fundamental. En esta zona. Oferta de tortillas “con su toque” sabes que sí o sí la afluencia será grande. Tienes que organízate para no quedarte sin género. Y si necesitas platos te recomiendo unos cutres del chino y que te excuses con una carcajada que con el desplante de la Jauría.
Ha faltado nivel.
Poner, por este orden, una tortilla rica, la reducción al, con uno o varios ingredientes especiales, visualmente deseable, con buen servicio.
Una decepción. Gana el Cutxi porque fue el único que mostró espíritu gastronómico, “se molestó” en componer un plato, servir algo fuera de lo habitual. Creo que su trato amigable y cercano lo tiene siempre.
Me ha llamado enormemente la atención la “mala hostia” generalizada de los camarer@s de este evento. Yo, precisamente, no me destacó por mi buen carácter. Trabajé de camarera mucho tiempo atrás y las propinas que recibía dicen de mí como trataba al público. Como reyes. Para mí no hay nada como “agradar una comida” con un plato rico, cocinado con buenos productos, a ser posible con amor, ver como el que lo toma lo disfruta. Estar ahí para lo que se necesite y por si repite.
Esta no es mi zona habitual para salir a tomar algo. Y por el mal trato generalizado se quitan las ganas. Me lo pienso porque en la mayoría de los sitios admiten canes. Qué sino.
Muy buenos artículos sobre la tortilla, pero para TORTILLA \”en mayúsculas\”, la de mis suegros. Todo el que la prueba, se queda SIN PALABRAS…. Si se presentan a algún concurso, lo ganaban CON MEDALLA DE ORO.Saludos. Araceli.
Araceli
28 de febrero de 2016 at 14:50
Muy buenos artículos sobre la tortilla, pero para TORTILLA \”en mayúsculas\”, la de mis suegros. Todo el que la prueba, se queda SIN PALABRAS…. Si se presentan a algún concurso, lo ganaban CON MEDALLA DE ORO.Saludos. Araceli.